Una mañana te levantas y crees que es una
mañana más. Te sigues sintiendo como el día anterior, y...el anterior, y...el
anterior, y lo que menos te imaginas es que te pueda ocurrir "un
milagro". ¡¡Sí, un milagro!! hace tiempo te enamoraste, luchaste por ese
amor, pusiste todo tu corazón, tu alma, pero...ese amor se iba volatilizando.
Ibas notando que se alejaba y con ese alejamiento, comenzaba tu agonía, tu
desesperación, tu frustración. Pero, a la vez, ese hilo de unión y de
conexión...¡¡no se rompía del todo!! Se enredaba, se estiraba, se volvía a
enredar y se volvía a estirar. Esta situación agotaba tu psique y por
consiguiente, tus fuerzas. Pero...algo dentro de tí te decía que no querías que
se rompiera ese hilo, y en el fondo y después de tanto "pasarlas
canutas", piensas que quizás lo debas romper tú, y así se lo comunicas a
esa mujer de la que estás enamorada y le dices que no tienes más fuerzas de seguir
sujetando la raíz de ese hilo, y de pronto...esa mujer te dice...¡¡no quiero
que lo rompas, te quiero como mujer y como amiga, pero...sigo perdida!! Asique
de pronto es cuando te replanteas si...crees en los milagros. Tienes miedo de
gritar que quizás seas feliz, tienes miedo de estar soñando y por eso, muy
tímidamente, esperas y asimilas tanta alegría poquito a poco, para no
atragantarte y...no volver a la pesadilla.
Besitos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Son bienvenidas todas vuestras opiniones