Es el primer sentimiento
del año que escribo en mi tierra ¡¡ BURGOS !! Después de muchos días, regreso a
tí. El primer contacto que he tenido contigo, no me ha resultado indiferente.
Tu temperatura invernal, ha provocado que se erizase mi bello y que se
estimularan otras partes de mi cuerpo. Pero...¡¡ estás ahí !! Como siempre.
Otro en tu lugar se pondría celoso. Tú sabes de mi amor por Sevilla, pero
también eres consciente y sabedor, mi amado Burgos, que TÚ eres...mi Raíz y mi Sosiego, mi Reflexión
y mi Soledad. Tus calles, con sus aceras grandes y anchas, por donde pasean los
burgaleses de corazón y de adopción y así poder recorrer tus arterias
disfrutando del sonido de tu río, El Arlanzón, que tampoco quiere perderse tus
paseos y te atraviesa de norte a sur. Ese frío helador tuyo y...tan conocido
dentro y fuera de tus murallas, pero....que sueles acompañar de un esplendoroso
Sol y de esa fragancia a fresco que se convierte en el perfume que lleva tu
nombre...BURGOS, haciendo que pase más desapercibido el frío entre nuestras
pieles. Tus silencios tempraneros...aún la ciudad no se ha tomado su chocolate
caliente con churros. Cuando vas despertando poco a poco, se nota la vida que
existe en tí y la algarabía infantil, ignorando tus temperaturas y jugando con
tus nieves enfrentando el frío con valentía, como buenos descendientes del Cid
Campeador que somos. TÚ, BURGOS...prepotente, seguro de tí mismo, eres
pequeñito, pero te permites el lujo de tu chulería porque... en cada muro, en
cada iglesia con su Catedral al frente como abanderada, cada esquina, cada
rincón, muestras Historia, Cultura, muestras Patrimonios de la Humanidad. Ahora
que piso por primera vez tu suelo desde que empezó el año, soy consciente que
tampoco podría vivir sin TÍ. Sevilla es mi Duende, mi Magia, mi Fantasía, mi
Alegría y siempre necesitaré de su alimento. TÚ, eres mi Madurez, mi Relajo, mi
Paz, mi Serenidad, mis Silencios, mi Soledad. De Sevilla soy amante, pero TÚ
eres mi dueño y te pertenezco, porque TÚ eres mi esencia. Qué más prueba de
amor y fidelidad a TÍ, que sólo ha bastado que el vapor de aire caliente que
desprendía mi boca se ha fundido en un largo y enamorado beso apasionado, al
encontrarse con tu frío. TE AMO, MI ADORADO BURGOS. GRACIAS POR RECIBIRME A MI
LLEGADA A CASA, COMO SIEMPRE LO HACES, SIEMPRE TUYA.
Besitos...