Mi amada Luna, por qué no puedo tocarte y amarte. Mi amado Sol, porque
nuestro amor es tan puro y auténtico que hasta a los mismísimos dioses del
Olimpo ponen celosos. Recuerdo cuando te conocí, recuerdo tu cabellera larga y
rubia, tu tez blanca y suave, tus ojos brillantes y cálidos. Me enamoré de ti
desde el primer instante. Es curioso que digas eso, Luna, a mí me pasó lo mismo
cuando te vi a ti. Tu cabello largo y negro, tus ojos oscuros que destacaban
junto a tu piel canela, dime por qué estamos predestinados
a que cuando sales tú, yo debo irme, y cuando duermes tú, yo despierto. No lo
sé mi adorado Sol, pero no olvides que nuestros cuerpos se vuelven a encontrar
cada vez que exista un eclipse, hasta entonces....sigamos dando vida y luz a
los llamados hombres. Y....cuando llegue nuestro eclipse, haremos lo posible
para que ellos nos contemplen y puedan entender que el amor sigue existiendo
aunque aparentemente sea imposible.
Besitos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Son bienvenidas todas vuestras opiniones