Esa parte de nuestro cuerpo que en ocasiones
descuidamos. Esa piel que en otros momentos de la historia del hombre ha
sufrido torturas y vejaciones. Esa piel que de pronto, un día, nos dio
vergüenza mostrar y decidimos cubrirla con ropajes. Hay pieles de diferentes
colores, que a su vez nos permiten adivinar de dónde somos y cuáles son
nuestras raíces. Precisamente su color ha hecho que el hombre sufra
discriminaciones, ¡¡¡simplemente por el color!!! Semejante estupidez, solamente
la tuvo que inventar algún impresentable que no supo ver en el fondo del Alma
de esa piel. También ha sido admirada por su belleza, su tersura, su suavidad.
Es tan importante para el hombre…nos evita males mayores que puedan atacar a
nuestro organismo, nos cuida y protege. Ella, es la primera que recibe el
primer ataque antes de que nuestro interior sufra cualquier mal. Lo hace en
silencio y sin quejarse aunque nos duela cualquier “cortecito” que nos hagamos.
No nos pide nada a cambio, pero debemos ser agradecidos por todas sus
atenciones y…esmerarnos en darle el mejor de los cuidados, sobre todo y creo
que es lo más importante porque esa piel, nos permite disfrutar de la persona
que amamos cuando estamos intercambiando secretos de alcoba. La acariciamos,
besamos, estimulamos y nos colma de placer. Por la piel es que empieza el
erotismo, la sensualidad y finaliza en la sexualidad. Después de todo esto,
¿quién es el valiente que se atreve a no rendir culto a su propia piel?
Olvidemos las diferencias que otros puedan ver y sólo hagamos caso de lo que a
todos nos ofrece por igual, protección, belleza y amor.
Besitos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Son bienvenidas todas vuestras opiniones