Mientras me fumo un cigarro pienso en todo lo que he vivido este verano,
han sido momentos inolvidables, ha habido traiciones, pasiones, ilusiones,
amor, amistades buenas y genuinas, otras que se han volatilizado como la más
horrible de las pesadillas. La cantidad de experiencias que he vivido me han
enseñado a ser más exigente, a alimentar mi paciencia y hacerla crecer, a
valorar y conservar a es@s amig@s que he hecho y a recuperarlos después. Lo
vivido me ha demostrado que el tiempo puede ser el mayor de los enemigos
cuando existe una venda en los ojos y que cuando se cae, me doy cuenta que ese
mismo tiempo al que odié en su momento no era tan malo, claro que....me di
cuenta a base de una buena dosis de paciencia, ésta amiga mía (la paciencia) me
ha enseñado a tutear al tiempo y comprender que Él al fin y al cabo es el mejor
de los aliados y el más clarificador, pone todo en su sitio y a las personas
también, otorga la razón a quien la tiene y deja sin argumentos y en bragas a
quien no la tiene. El tiempo me ha enseñado a su vez a bailar con la paciencia
porque es la única forma de que Él me regale mi destino, por todo ello mi gran
homenaje al TIEMPO y a LA PACIENCIA. El mejor regalo que puedo hacer al TIEMPO
es dejar que mi cuerpo y mi alma se dejen mecer por las horas del mismo.
Besitos...
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