Ese sonido....sí, aunque os parezca extraño es un sonido, el sonido de
nuestras recapacitaciones, dolores, tristezas, decepciones, desilusiones,
también podemos escuchar a través del silencio....nuestras alegrías, nuestras
dichas, nuestros logros y así, saborearlas mejor. Pero cuando el silencio te
amarga...es porque te envuelve un halo de tristeza, de preguntas y la que más
se apodera de nuestras mentes, es ese.... ¿POR QUÉ? Esa pregunta atormenta y
confunde, nos hace pensar en qué nos equivocamos o....si merecimos algo así.
Cuando este silencio envuelve, deseamos huir de Él, pero es tan agotador. Lo
mejor es dejarse llevar y....escucharlo, quizás nos dé respuestas que nos daría
miedo aceptar, quizás al fín y al cabo no sea tan amargo, quizás no sea tan
destructor, quizás el miedo que nos provoca está sólo en nuestra mente porque
no somos capaces de aceptar la realidad. Quizás ese SILENCIO lo necesitemos
para encontrarnos a nosotros mismos.
Besitos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Son bienvenidas todas vuestras opiniones