miércoles, 24 de diciembre de 2014

EL PORTAL (RELATO ERÓTICO)

Cap. 1 

Llovía a jarros, me refugié en un portal, estaba helada y mi ropa totalmente mojada, mi 
piel aterida por el frío y mis pezones…totalmente erizados. Era una noche cualquiera de 
primavera, cuando la lluvia se antoja caprichosa y te alcanza en cualquier lugar. Yo 
estaba lamentándome porque tenía la intención de coger un chubasquero y aquel cielo , 
se tornaba gris, pero pensé que se trataba de una simple amenaza pero…no fue así, y me 
vi escondida como una perrita abandonada y llena de miedos en ese portal, un portal 
lujoso, señorial, elegante y amplio. Mientras pasaban los minutos que me parecieron 
horas y mis pezones seguían quejándose por mi descuido, la vi a ELLA. Bajaba por las 
escaleras de ese Portal, yo temblé aún más si cabe, nunca había visto a una mujer tan 
espléndida y no sólo por su belleza, sino por lo que desprendía, una elegancia y 
erotismo sin igual. Me quedé embobada al mirarla, de pronto ella me miró, yo pensé 
que debía transmitirle lástima ya que tenía que tener un aspecto lamentable, mis 
vaqueros mojados y… mi camiseta de tirantes… ¡¡¡bufff!!! Totalmente calada y… 
dejando adivinar mis pechos, con sus pezones claro está ligeramente expresivos, pero 
ahora ya no se quejaban, sino que se alegraban por la excitación que les provocaba ver a 
semejante mujer. Se acercó a mí, podía oler y disfrutar su perfume, podía ver de cerca 
su cabello… largo, negro, ondulado, sus ojos verdes y grandes, sus pestañas 
terriblemente largas, sus labios carnosos y rojos, su cuerpo…absolutamente escultural. 
No podía creer que me estuviera mirando e invitándome a subir a su apartamento para 
que me pudiera dar una ducha caliente y…poder cambiarme de ropa, con la que estaba 
cayendo…ella tampoco iba a salir. ¡¡¡Cómo no aceptar!!! Sí, chicas… acepté y ¿quién 
no lo hubiera hecho? Cuando entré en su apartamento, me quedé fascinada por el lujo 
tan extraordinario que admiraban mis ojos. 

Ella con una sonrisa, creo que se dio cuenta de mi expresión bobalicona, me llevó al 
aseo y me indicó dónde podía darme un baño. Me desnudé y me metí en esa añera de 
hidromasaje, cuando salí no vi mi ropa por ningún lado, me puse una toalla, no sólo en 
la cabeza ¡¡¡ehhhhh!!! Y… de pronto y sin esperarlo apareció ella, ya no tenía puesto su 
traje negro de falda y chaqueta, ni tampoco su blusa de seda roja, llevaba un y 
espectacular picardías negro de raso transparente y con encaje en color lila. 

-Te estaba esperando –me dijo- 

Yo…¡¡¡no podía creer lo que escuchaba!!! De repente me quitó la toalla de la cabeza, 
sus dedos peinaron mi cabello aún mojado y sus labios carnosos y rojos…rozaron 
levemente los míos. La miré a los ojos y ya mis deseos por poseerla aparecieron. Mi, 
boca…saboreó la suya, mmmmm, ¡¡¡qué labios tan jugosos!!! Mi lengua, invitó a la 
suya a participar en un baile íntimo y duradero, donde la pasión y el deseo eran la banda 
mi sonora. Me quitó la toalla que cubría mi cuerpo y ella empezó a deslizar su lengua 
por mi cuello, yo…ya no tenía mi cuerpo mojado ¡¡¡solo mi sexo!!! En mí, se desató la 
lujuria y apareció el desenfreno, sus dedos recorrían mis pechos y apretaban ligeramente 
mis pezones, que ya no estaban enfadados conmigo, sino que estaban encantados con lo 


que estaban sintiendo. Le senté en la cama y poco a poco le fui quitando ese picardías 
tan seductor, primero…bajando una tira por un lado, mientras mi boca se aventuraba a 
besa su cuello, después la otra. Se lo bajé hasta su cintura, sus pechos quedaron al 
descubierto, mi lengua recorría su pecho derecho mientras mi mano acariciaba el otro. 
Nos tumbamos en la cama, entre besos apasionados la quité su picardías y nuestros 
cuerpos…se fundieron en un mar de pasiones, nuestros sexos totalmente mojados por la 
excitación, se encontraron pudiendo así mezclar sus placeres. Disfrutamos durante toda 
la noche del juego del placer, me entregó su culito que hice mío…hasta que dijo 
¡¡¡basta!!! Su sexo… lo degusté y sus labios comí. Cuando finalizó este viaje de lujuria 
volví a vestirme y la dejé dormida, deseé que se hubiera quedado todo como en un 
sueño, porque ella misma era el sueño que cualquier mujer desearía tener y cuando salí 
a la calle, había dejado de llover y…se podía admirar un maravilloso arco iris. 

Cap.2. 

Así fue nuestro primer encuentro, ahora que han pasado 15 años, sigo sin 
olvidarlo…fueron 15 años de pasión, cualquier lugar nos servía para robarnos un beso o 
para regalarnos un orgasmo. Tampoco olvidaré que después de ese primer encuentro 
con la morena de mis sueños, fui a casa de mi padre, me había invitado a comer después 
de que llevábamos un año sin hablarnos, tenía que darme la noticia de su futuro enlace 
matrimonial. Llamaron al timbre la puerta…¡¡¡Dios míos!!! Era ella, aquella morena de 
los ojos verdes ¡¡¡siiii!!! La del portal elegante y a la que hacía unas horas había hecho 
el amor hasta la saciedad. Después de este shock pasó el tiempo y efectivamente se 
casaron pero claro…ya empezábamos a ser una familia feliz. Nuestra relación siguió, 
ELLA me satisfizo en todos los aspectos. La relación se convirtió en…lasciva, morbosa, 
pecaminosa y peligrosa…mmmmm, ¡¡¡ni idea!!! Tenía mi padre de lo que estaba 
sucediendo. 

Una mañana de verano nos íbamos a la casa de la laya y de pronto ocurrió algo que 
cambió nuestras vidas para siempre. Aquel accidente donde mi padre perdió la vida y 
mi morena de ojos verdes sufrió lesiones graves en su cerebro, estuvo en coma durante 
tres meses, yo salí ilesa. Ahora ella está aquí a mi lado, sigue teniendo esos ojos verdes, 
esa cabellera maravillosa y…esos labios carnosos y rojos que yo sigo besando. Pero 
ahora, se ha añadido a la pasión el AMOR. Ella, quedó postrada en una silla de ruedas y 
con aquella expresión infantil que las graves lesiones cerebrales provocan, aquella 
mirada que durante tantos años me contagió de pasión y fuego, se convirtió en la 
maestra perfecta para enseñarme y demostrarme lo mucho que la amo y…que no podría 
vivir sin ella. 

-¡¡¡Amor!!! Ya empieza a levantarse el fresco de la brisa del mar, te voy a meter en la 
casa-. 




Y… así, es como lo hago todos los días desde que el accidente cambió nuestras vidas. 
Pero no ha sido para mal, aún la tengo a Ella, aún tengo su mirada y ahora…sé lo que es 
el Amor. Es entrega, protección, miradas, sensaciones, caricias. 

-shuuuuu- se durmió…hasta mañana. 


Besitos...

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