"Ésos cántaros de
miel", como dice la canción. Son los atributos que hacen que la mujer
pueda exteriorizar toda su sensualidad, erotismo y sexualidad. Cuando acaricias
un "pecho de mujer", puedes degustar su textura, su forma. Puedes comprobar
cómo se extremece y gime de placer, la mujer que es acariciada. Es un
vocabulario íntimo, es un baile de placer, en el que sólo cabes TÚ y ELLA. Es
el resultado de la historia de amor y pasión entre dos mujeres. Cuando tu pecho roza
el suyo, sientes una embriaguez de sentimientos que emborrachan tus sentidos.
Cuando besas sus senos, no puedes obviar la femineidad y lo que hace que tu
mente te recuerde el por qué, te gustan las mujeres. Su olor, mezcla de
maternidad y exotismo, mezcla de pasiones y desenfrenos. Es el comienzo del
viaje a la estimulación del resto de los sentidos y que desemboca, en la bahía
del sexo, pasando por el valle de su ombligo. Los senos de una mujer, son uno
de los destinos donde se deposita la niña de tu mirada. Dependiendo de como los
vistan, así te comunicarán sus mensajes que, irán directos a tu cerebro, para
que demuestres lo mucho y bien que puedes llegar a amarlos.
Besitos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Son bienvenidas todas vuestras opiniones