sábado, 7 de febrero de 2015

DESDE LA CÁRCEL

Mamá, hoy, como cada domingo, vienes a visitarme a mi celda. Hoy, precisamente hace dos años que estoy en prisión por haber coqueteado con ella, con la cocaína. Recuerdo cuando comencé a consumir, todo empezó en una fiesta, me decían los amigos que así podía durar toda la noche y que no me pasaría nada, porque ésto se podía controlar, que nada más era en las noches de "juerga". Mamá, que estúpido fuí, cuánto dolor te he causado, cuántas noches en "vela" has pasado por mí, cuántas palabras tuyas dejadas en mi olvido, cuántas peleas, cuántos gritos. Me avergüenzo profundamente el haberte robado para sacar dinero y seguir coqueteando con la droga. Mamá, no sabes lo profundamente arrepentido que estoy por todo lo que te hecho, ¿cómo recompesarte? Tú vienes y me das palabras de aliento, me dices que todo está bien en casa, me enseñas las fotos de mis hijos y así puedo ver cómo van creciendo y viviendo. Me dices que mi mujer ya ha rehecho su vida y que está al lado de un hombre que la "ama y respeta" un hombre tranquilo, trabajador, y que adora a mis hijos. Todo ésto me hace feliz, por lo menos los pequeños tendrán a alguien en quien fijarse y tomar ejemplo. Mamá, lo que más me apena es ver tus ojos, aunque disimules, su luz y brillo van desapareciendo, se van apagando, por eso quiero decirte que he empezado a tomar clases en prisión, estoy estudiando para demostrarte que no todo lo tienes perdido conmigo, para demostrarte que ahora tus palabras ya no se quedarán en el olvido, para demostrarte que la educación que me diste, te hará sentirte orgullosa de mí. Mamá, quiero demostrarte, a tí y a todos, que me equivoqué, que aprovecharé la lección que la vida me ha enseñado, aprovecharé cada segundo, minuto y hora en ser un hombre de bien. Mamá, quiero que te sientas más orgullosa de mí, si cabe, ahora que he tomado la decisión de resurgir como el "Ave Fénix". Ya no quiero sentirte triste, quiero devolverte la luz que un día tuvieron tus ojos, quiero hacerte recordar cómo se sonríe, quiero devolverte la vida que un día te quité con mi actitud. Mamá, quiero recompensarte devolviéndote al hijo, que un día creíste perder, pero no te aflijas más, por tí y sólo por tí, estoy dispuesto a cambiar. Mis hijos ya tienen un padre y una madre que sabrán educarles como se merecen, pero yo sólo te tengo a tí Mamá. 


Besitos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Son bienvenidas todas vuestras opiniones